martes, 26 de junio de 2018

La sinceridad es la madre de la verdad , y enseña a los hombres la honestidad . Ella es la garante de nuestras palabras , y la caución de nuestros pensamientos . Ella no tiene necesidad de testigos para probar aquello que ella dijo, y sus protestas son incontestables . Ella encierra diversas virtuded en ella misma . Puesto que ella no miente jamás, ni beneficia a nadie . Sus promesas pasan a unas acciones , y sus relaciones o vínculos son induvitables . Un corazón abierto es su divisa y su objetivo no es otra cosa que el honor . Ella no miente ni intenta enredar , puesto que ella es modesta . Ella ignora la mentira , y no conoce más que la verdad . Ella se hace conocer pronto y no tiende jamás a enmascarse o esconderse . Ella no teme a sus enemigos , ya que la virtud es su amiga . Ella es apreciada por las buenas gentes y menospreciada por todos los otros . Ella es desterrada de los lugares y desconocida para los grandes . Su nacimiento se produce dentro de nuestro corazón y su morada se encuentra sobre los labios . Parece que ella a abandonado la tierra, desde que la maldad ha encontrado un secreto para hacer pasar a gran parte de las personas para que caigan en la necedad. Para mí , yo creo que ella retornó al cielo , para no ser testigo del Triunfo de la falsedad.
Pero en fin:
Chi trama fraude, si resse ruina.



Traducción directa del libro  "Pensées de monsieur le Comte Oxenstirn" (1762)

domingo, 4 de marzo de 2018

El fundamento natural de la vida ética.

La ética propuesta por Santo Tomás de Aquino se apoyó en diversos conceptos propuestos anteriormente por Aristóteles. Estos son:

* El concepto de naturaleza como fundamento de la ética. La ética aristotélica es eudaimonista; es decir, considera que la felicidad humana es la finalidad y objeto de las ciencias éticas y políticas. Según Aristóteles, la felicidad consiste en la actividad conforme con la naturaleza más propia del ser humano. Tomás de Aquino mantiene esta idea, proporcionándole un fundamento trascendente y sobrenatural.
Aristóteles solo había considerado el fin natural de la vida humana, llegando a decir que este fin es la contemplación de Dios que la filosofía permite en esta vida. La fe cristiana por su parte, enseña que el fin de la vida humana no es natural, sino sobrenatural. Dios ha elevado la naturaleza humana con la gracia, de modo que el hombre está destinado a ser eternamente feliz en el cielo.

* La virtud moral. Según Aristóteles, las virtudes son hábitos operativos buenos. Son indispensables para actuar bien y, consecuentemente, llevar una vida feliz. Esta doctrina es desarrollada por Santo Tomás con el complemento teológico sobre virtudes sobrenaturales. Dentro de estas últimas, las principales son las virtudes teologales, que tienen a Dios mismo como objeto. Se denominan fe, esperanza y caridad. La principal es la caridad, necesaria para la salvación eterna.

*La sindéresis y la conciencia moral. La razón puede considerarse de dos tipos:

- Teórica o especulativa: Su primera noción es el ser. Todas las demostraciones de la razón teórica dependen en cuanto a su verdad del primer principio evidente que es llamado principio de no-contradicción. No es posible ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido. 

- Práctica: Es el que regula u ordena la acción. Su primera noción es el Bien. La noción de Bien designa la misma realidad que ser, pero añade la relación del ser a la voluntad: el bien es el ser considerado como apetecible o deseado. Se denomina sindéresis y puede formularse así: Es preciso hacer el bien y evitar el mal.

La naturaleza humana es el modo de ser propio del hombre, su esencia. Como el Bien consiste en la perfección de la naturaleza humana, la razón práctica ordena secundar las inclinaciones esenciales de la naturaleza.  Estas son:

- Sustancialidad: Como sustancia el ser humano tiende a su propia conservación (supervivencia).
- Animalidad: Como animal, el ser humano está dotado de inclinación sexual y tiende también al cuidado de la prole.
-Racionalidad: Como racional, el hombre tiende a conocer la verdad, especialmente la que se refiere a Dios, y a relacionarse con los otros seres racionales.

Para Santo Tomás, la conciencia moral es el juicio de la propia razón práctica, ya que juzga la moralidad de las propias acciones teniendo en cuenta el primer principio de la sindéresis: es preciso hacer el Bien y evitar el mal.

Santo Tomás nos dice que deberíamos rebelarnos contra los gobernantes que dicten leyes que vayan en contra de las leyes naturales (sustancialidad, animalidad y racionalidad).

Apología de Sócrates PDF: http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf01043.pdf

domingo, 4 de febrero de 2018

Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.

Gustavo A.  Béquer
Del salón  en el ángulo oscuro, 
de su sueño tal vez olvidada; 
silenciosa y cubierta de polvo, 
veíase el arpa. 

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, 
como el pájaro duerme en las ramas, 
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas! 

¡Ay! -pensé -, ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, 
y una voz como Lázaro, espera
que le diga: ¡Levántate y anda! 


Gustavo A. Béquer

Conocimiento humano y teoría de las ideas

El conocimiento establece entre el ser humano y el Ser en si una relación que no es puramente intelectual, sino que compromete también a la voluntad. Platón define esta relación como amor. Platón escribe sobre la teoría del amor en el banquete y fedro. En ambos diálogos se ocupa de establecer con precisión cuál es el carácter que lo define: el amor es el deseo de algo que no se posee, pero de lo que se tiene necesidad. La mitología, en efecto, hace a Eros hijo de Penía (pobreza) y de Poros (abundancia). Por ser hijo de Penía se encuentra en la indigencia, pero por ser hijo también de Poros aspira permanentemente alcanzar aquello que no posee. Eros no posee la Belleza, sino que la desea; tampoco tiene la sabiduría, pero aspira a conseguirla y, por ello, es filósofo, mientras que los dioses son sabios.

La principal aspiración del amor es la belleza está la encontramos en diferentes grados y el ser humano habrá de elevarse de unos a otros en un lento camino. En un principio, comienza amando la belleza de un cuerpo bello. Después, advierte que la belleza es igual en todos los cuerpos y así a desear y amar toda la belleza corporal. Por encima de la belleza del cuerpo se sitúa la belleza del alma, y más arriba aún, la belleza de las instituciones y de las leyes. A continuación se sitúa la belleza de las ciencias y, por encima de todo, la belleza en sí, eterna, perfecta, siempre igual a sí misma y fuente de toda otra belleza.

Vemos así que el paso del mundo sensible al mundo inteligible se realiza por movimiento erótico. Cuando el amor es sentido y realizado en su verdadera naturaleza, se convierte en Guía del alma hacia el mundo del Ser. En este caso ya no es solo deseo, impulso, delirio, sino que se transforma en un procedimiento racional, en dialéctica amorosa de las almas en el aprender y en el enseñar.

Para mantener su teoría de las ideas, Platón se valió de las siguientes razones:

 El mundo de las ideas el fundamento del mundo sensible. El mundo sensible no se explica por sí mismo. Todas las cosas que hay en él nacen y perecen, luego no son verdaderamente. No son, puesto que dejan de ser o no han llegado a ser. El verdadero Ser ha de permanecer y ser inmutable.

Las propiedades de las cosas sensibles se manifiestan de forma limitada. Así, la belleza de un cuerpo bello no es belleza pura, porque además es muchas cosas más, como carne y huesos. La belleza pura es simplemente belleza y las cosas bellas lo son porque participan de la belleza pura.

La ciencia trata sobre la immutable y lo universal. Por tanto, para que haya ciencia las formas universales deben tener más valor de realidad u objetividad que los individuos particulares.

Ejemplo: Los matemáticos estudian el triángulo en general, no el triángulo dibujado en la pizarra. Igualmente, la medicina trata sobre el cuerpo humano en general no sobre un cuerpo humano particular.

No se puede conocer intelectualmente lo singular si no lo referimos al universal. Por ejemplo, no sabríamos si un comportamiento es justo si no consideramos el modelo de la justicia en sí. El conocimiento de los universales, por tanto, es anterior al conocimiento de los singulares. Entonces, el conocimiento de los universales no puede provenir del conocimiento de los singulares, porque lo más perfecto no puede provenir de lo menos perfecto.


 ¡Hermanos!, regocijémonos de tener a unos políticos tan bondadosos y una sociedad tan implicada en la cruzada contra un virus que ha vuelto...