lunes, 14 de octubre de 2013

Liberación verdadera del Espíritu.

Las tres preguntas fundamentales que los hombres se hacen son:
¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Que debo hacer en esta vida?.
¿Quien soy yo? Soy un Espíritu increado y eterno, encadenado al cuerpo-alma y efímero, aprisionado en la materia.
¿Por qué estoy aquí? Estoy aquí para ser usado como animal de laboratorio, en un experimento descabellado y demencial concebido por un dios inferior.
Este plan requiere del aprisiona miento de un Espíritu Eterno. Para que un hombre pueda alcanzar alguna vez el objetivo final para el cual a sido creado, su transformación en el demiurgo, es imprescindible la potencia de un Espíritu.
Esta energía antimateria capaz de poner en peligro a toda la creación, es parcialmente desactivada y disminuida a fin de ser utilizada sin peligro.
Para ello el Espíritu debe ser encerrado y confundido, para que aporte solo una íntima parte de su potencial a la obra siniestra del demiurgo.
¿Que debo hacer en esta vida? Debo despertar. Debo tomar conciencia de mi verdadera situación y hallar un camino para salir.A continuación deberé de liberarme y escapar de la prisión.

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