Una
de las cosas que hace de que me gusten las religiones politeístas,
es el hecho de poder tu dios. A diferencia de los judíos, cristianos
y musulmanes que solamente pueden adorar a un único dios, guste o no
guste.
La
gran mayoría de los dioses de una religión politeísta, son dioses
materiales, pero hay algunos que son lo contrario, los liberadores.
En la antigua Grecia estaba Apolo, en la India está Indra y Kalyi,
para los vikingos Wotan, Thort, en el antiguo Egipto Seth aunque no
estoy seguro del todo, y muchos más.
Para
el demiurgo esto es malo, aunque tenga a la gran mayoría como
aliados suyos en la materia, el demiurgo quiere más y el pastel lo
quiere entero para él. Es por esto que en muchos sitios desaparecen
las religiones politeístas.
El
politeísmo religioso lleva desde que el hombre tiene cabeza para
pensar; al principio todos los dioses eran materiales o eran unos
extraterrestres, al cabo del tiempo se le fueron metiendo dioses
liberadores debido a los múltiples intentos de salvar el Espíritu
del hombre. Es por esto que en las religiones politeísta se les ha
tachado de dioses odiosos y asesinos. Estos dioses-extraterrestres
materiales han hecho que el humano se afanase tanto a la materias que
no quisiera irse de este mundo, de ahí viene el miedo a la muerte,
que no es más que otra fase del hombre para su liberación.
El
amor, la paz, son inventos de estas entidades maquiavélicas, lo que
pretenden es que el hombre no sea consciente de cuando está en
peligro, no saber cuando están en peligro. Pongamos un ejemplo,
resulta que ahora todas las naciones dejan las armas, su arsenal
militar destruido, llega un buen día y vienen los reptilianos ¿cómo
nos defendemos?. Y una cosa de este estilo va a ocurrir, y Nikola
Tesla lo sabía, este genial inventor, construyó una especie de rayo
de la muerte para esto, se preparaba para una guerra.
“Algo
muy gordo va a ocurrir en este siglo, de eso no podemos tener ninguna
duda”.
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