Una
de las cosas que hace de que me gusten las religiones politeístas,
es el hecho de poder tu dios. A diferencia de los judíos, cristianos
y musulmanes que solamente pueden adorar a un único dios, guste o no
guste.

Para
el demiurgo esto es malo, aunque tenga a la gran mayoría como
aliados suyos en la materia, el demiurgo quiere más y el pastel lo
quiere entero para él. Es por esto que en muchos sitios desaparecen
las religiones politeístas.
El
amor, la paz, son inventos de estas entidades maquiavélicas, lo que
pretenden es que el hombre no sea consciente de cuando está en
peligro, no saber cuando están en peligro. Pongamos un ejemplo,
resulta que ahora todas las naciones dejan las armas, su arsenal
militar destruido, llega un buen día y vienen los reptilianos ¿cómo
nos defendemos?. Y una cosa de este estilo va a ocurrir, y Nikola
Tesla lo sabía, este genial inventor, construyó una especie de rayo
de la muerte para esto, se preparaba para una guerra.
“Algo
muy gordo va a ocurrir en este siglo, de eso no podemos tener ninguna
duda”.
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